Los eventos traumáticos se han vuelto demasiado comunes en nuestras vidas, y están causando un ciclo interminable de emociones en las personas: ira, dolor, ansiedad, miedo y en algunos casos impotencia. Para muchos de nosotros es casi imposible procesar tanto dolor, tanta pérdida y la consiguiente sensación de inseguridad que ha generado.
Cuando se trata de estos problemas graves, las palabras y las conversaciones son necesarias para examinar y comprender cosas que pueden parecer inexplicables. Conversar es un paso crucial para ganar perspectiva y procesar las emociones que estamos sintiendo. Estas discusiones son importantes.
Para algunas personas que tienen diferencias en la manera de pensar y aprender, como el TDAH y la dislexia, las conversaciones sobre violencia y trauma pueden ser extremadamente difíciles. Las personas neurodivergentes, incluidos los niños, son más propensas a experimentar ansiedad, o a tener dificultades con el manejo de las emociones y la concentración, en comparación con las personas neurotípicas. Un flujo interminable de eventos estresantes puede ser muy difícil de sobrellevar.
Suele ser difícil iniciar estas conversaciones. Sin embargo, hay cosas específicas a tener en cuenta al hablar de eventos traumáticos de una manera efectiva y empática con personas neurodivergentes:
1. Sea proactivo. Hablar de temas como la violencia y el racismo puede ser abrumador para muchos, pero evitar estas conversaciones puede causar más ansiedad y estrés en las personas que tienen diferencias en la manera de pensar y aprender.
Al tener estas conversaciones haga preguntas abiertas para obtener más información sobre lo que sienten y por qué. Propicie las preguntas y respóndalas tan honestamente como pueda.
2. Inicie la conversación regularmente. Estas no son conversaciones de una sola vez. Desafortunadamente, estos eventos, desafíos y experiencias son parte de nuestra historia y nuestro mundo actual. Conversar continuamente promueve tanto la comprensión como la afinidad entre las personas.
Para ayudar con las dificultades para enfocarse, divida las conversaciones largas en conversaciones más breves.
3. Sea honesto y abierto. Esto es particularmente crítico para los padres, ya que los niños suelen confiar en ellos para que los ayuden a superar los desafíos. Sea honesto sobre lo que sabe y lo que no sabe, sobre cómo se siente y qué está haciendo para ayudar a su hijo a sentirse seguro y apoyado. La sinceridad puede ayudar a que otros se sientan más cómodos con sus vulnerabilidades y pidan el apoyo que necesitan. También una herramienta como la rueda de las emociones puede ayudar a los niños con diferencias del aprendizaje a expresar sus sentimientos con palabras.
4. Confíe en los recursos de apoyo. Cuando se trata de traumas y experiencias asociadas con injusticias y problemas sociales, explore recursos para usted, su hijo, el aula y los compañeros de la escuela. Estos recursos no solo proporcionan apoyo informativo, sino que además nos recuerdan que no estamos solos.
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