Durante muchos años las personas consideraron que el TDAH era una condición propia de la niñez que afectaba principalmente a los niños. Ahora sabemos que puede persistir hasta la edad adulta, y que las mujeres son igual de propensas a tenerlo que los hombres. Sin embargo, pueden existir grandes diferencias en cómo las niñas y los niños experimentan el TDAH.
Estas son algunas áreas donde el TDAH en las niñas puede ser diferente al TDAH en los niños.
Síntomas y diagnóstico del TDAH en niñas
Las niñas suelen ser menos hiperactivas e impulsivas que los niños, así que suelen molestar menos en clase y en la casa. Sin embargo, pueden parecer distraídas o que sueñan despiertas. Los médicos podrían referirse a eso como TDAH sin hiperactividad, y también podría escuchar que lo llaman TDA en lugar de TDAH (TDA es técnicamente uno de los tres subtipos de TDAH).
Los niños con TDAH que no son hiperactivos sobresalen menos que los que están moviéndose constantemente, y por eso es más fácil ignorar sus síntomas. Esto en parte explica por qué las niñas son diagnosticadas con menos frecuencia, al menos en la infancia.
Incluso cuando las niñas con TDAH son hiperactivas, pueden lucir diferente que los niños. Por ejemplo, las niñas pueden percibirse como demasiado sensibles o emocionales. Puede que interrumpan conversaciones y sean más parlanchinas que los niños con TDAH.
Habilidades para manejar el perfeccionismo
A menudo las niñas con TDAH, más frecuentemente que los niños, intentan compensar sus síntomas dirigiendo toda su energía hacia tareas que hacen bien. Pero esos logros visibles en un área pueden ocultar problemas en otras.
Este es un ejemplo: una adolescente con TDAH es reconocida por ser una buena escritora y esto la hace sentir orgullosa. Cuando tiene que escribir un reporte, se hiperconcentra y trabaja horas extra para lograr una calificación alta.
Sin embargo, extravía el examen de matemáticas que le dejaron para hacer en casa, olvida pasear al perro y su práctica de fútbol. Sus calificaciones son buenas, pero su deseo de ser exitosa y su perfeccionismo le causan mucho estrés.
Lea la historia de una mujer que cuando era una adolescente se esforzó tanto por obtener las mejores calificaciones que su TDAH pasó desapercibido.
Presiones sociales y baja autoestima
Muchos chicos con TDAH tienen dificultad para hacer y mantener amistades. Sin embargo, podría ser aún más difícil para las niñas debido a que su mundo social suele ser más complicado que el de los niños. Las niñas podrían sentir más presión a estar atentas a los sentimientos de sus amigos. O podrían sentir que tienen que captar pautas sociales sutiles que son difíciles de percibir para muchos niños con TDAH.
Las niñas con TDAH a menudo tienen baja autoestima y sentimientos de vergüenza. También son más propensas que los niños a culparse por problemas causados por el TDAH. Un niño que reprueba un examen podría culpar al maestro de hacer un examen difícil. Una niña es más probable que lo interprete como una señal de que “es tonta”.
Problemas de salud mental y TDAH
Los chicos que tienen TDAH presentan un riesgo mayor de tener problemas mentales. Cuando las niñas con TDAH alcanzan la pubertad, es más probable que tengan depresión, ansiedad y trastornos alimenticios que las demás niñas.
A pesar de algunas dificultades comunes, cada niña y cada joven experimenta el TDAH de manera particular. Lea cómo una joven aceptó su TDAH. Escuche a una maestra de educación especial relatar su experiencia con el TDAH. Averigüe por qué la periodista Lisa Ling se sintió aliviada al ser diagnosticada con TDAH, y por qué la campeona olímpica Simone Biles afirma que tener TDAH no es motivo de vergüenza.
Lea una lista de los síntomas del TDAH y averigüe qué hacer si cree que su hijo pudiera tener TDAH. Si su hija ha sido diagnosticada con TDAH, lea sobre estrategias y tratamientos que pueden ayudarla.
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