En los últimos años los niños han estado expuestos a noticias alarmantes. Han escuchado sobre la pandemia, la injusticia social, el cambio climático y recientemente el ataque en Ukrania.
Algunos niños lo han experimentado de manera directa. Sin embargo, incluso los que no se han visto afectados directamente han escuchado sobre guerras, enfermedades, contaminación, extinción de animales y otras situaciones preocupantes.
Recibir un flujo constante de noticias y opiniones estresantes puede ser muy difícil de manejar para los niños. Puede serlo aún más para los niños que tienen problemas para procesar información y manejar emociones.
Puede que usted se pregunte cómo la exposición a noticias sobre pérdidas y traumas afectará la manera en que los niños piensan y aprenden. Estas son las respuestas a preguntas frecuentes.
Cómo las noticias estresantes afectan el aprendizaje
Los niños han estado expuestos a distintas eventos y situaciones traumáticas. Han aprendido nuevas palabras que están presentes en las noticias diariamente, como extinción y cambio climático.
Durante la pandemia, los niños escucharon palabras como pandemia, cuarentena y vacunas.
“Los niños captan a lo que están expuestos en el mundo. Hablan de cosas como un 'virus contagioso'”, afirma David Kessler, terapeuta residenciado en Chicago que se especializa en TDAH, discapacidades del aprendizaje y trauma. “Son reacciones comunes”.
Estar expuesto a malas noticias puede ser una gran distracción para cualquier niño. Es especialmente notorio cuando la concentración ya es un desafío. Los niños pueden quedar atrapados en sus pensamientos y hablar mucho de lo que escuchan mientras intentan procesarlo.
Estar distraído puede obstaculizar el aprendizaje. Los niños podrían desconectarse de la clase o no seguir las instrucciones. Podrían tener dificultad para recordar lo que aprendieron, y tardar más en completar sus deberes.
Esto no significa necesariamente que tengan un problema de atención más severo. Sin embargo, podría parecerlo mientras intentan encontrarle sentido a todo lo que está pasando a su alrededor.
¿Cómo procesan las malas noticias?
Los niños necesitan tiempo para procesar las malas noticias. La mayoría intenta entender la información para poder seguir adelante.
Puede que sea más complicado para algunos niños que piensan y aprenden de manera diferente. A menudo tienen dificultad para:
Prestar atención.
Recordar información.
Librarse de pensamientos negativos.
Manejar emociones.
Procesar información con rapidez.
Entender el lenguaje.
Encontrar diferentes soluciones a los problemas.
Manejar el miedo y la ansiedad.
Tener dificultades con este tipo de habilidades puede obstaculizar el procesamiento de las noticias y el poner las cosas en perspectiva.
¿Será duradero el efecto de las noticias estresantes?
Los niños son resilientes. Es probable que no haya un efecto duradero en los niños que no se vieron afectados de manera directa por pérdidas y traumas, según Kessler.
“Los niños están expuestos a muchas cosas”, dice. “Pueden procesar muchas cosas. Debemos tener más confianza en su capacidad de resiliencia”.
¿Qué puede ayudar a reducir el efecto?
Es posible que usted no pueda evitar que el flujo de información afecte a los niños a corto plazo. No obstante, hay maneras de minimizarlo.
Responda sus preguntas. Sea honesto, pero no les proporcione más información de la que pueden manejar.
Ayúdelos a entender. Los niños suelen necesitar más información y contexto para entender lo que están oyendo y viendo.
Reconozca sus miedos. Ayude a los niños a hablar de sus miedos y conversen de lo que podría mejorar las cosas.
Promueva una sensación de control. Hablen de lo que están haciendo para estar seguros y de las maneras en que pueden ayudar a otros.
Mantenga las rutinas tanto como sea posible. Esto les proporciona a los niños una sensación de seguridad y normalidad.
Limite la exposición. Haga un esfuerzo por apagar las noticias y mantenerse alejado del teléfono cuando haya niños cerca. También asegúrese de hablar de otras cosas menos estresantes.
Algunos niños necesitan apoyo adicional para lidiar con las noticias estresantes. Si un niño se está atrasando en la escuela o actúa de forma preocupante, la familia, los profesores y los proveedores de atención médica deberían comunicarse para discutir lo que están observando y qué podría ayudar.
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