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8 recomendaciones para evitar que los chicos con dificultades de aprendizaje y de atención se agoten

Los chicos que tienen dificultades de aprendizaje y de atención, a menudo tienen más trabajo y menos tiempo para descansar que sus compañeros. Eso los hace más propensos a sentirse agotados. No obstante, usted puede ayudar a que su hijo no se sienta sobrecargado. Revise estas recomendaciones.




Hable sobre cómo se siente


Los chicos no siempre tienen la perspectiva para saber cómo la mayoría de las personas se sienten cuando trabajan. Resolver problemas y terminar tareas es por lo general un trabajo duro. Ayude a su hijo a entender que el aprendizaje debe sentirse como un desafío. De hecho, en ocasiones puede hasta sentirse que es abrumador.


Hágale saber que es aceptable sentirse inseguro sobre algo que esté haciendo en su trabajo. Y cuando termine de trabajar (ya sea en casa, en la terapia ocupacional o en la práctica de fútbol), explíquele que es normal que se sienta cansado.



Refuerce las rutinas diarias


Las rutinas y la previsibilidad pueden ser reconfortantes para los chicos que tienen dificultades de aprendizaje y de atención. También pueden ayudarlos a administrar el tiempo y a mantener su rumbo, lo cual reduce el estrés.


Tener rutinas y programas consistentes puede ayudar a su hijo a sentirse preparado para iniciar las tareas con las que tiene problemas. Cuando el desayuno es a la misma hora todos los días y su mochila está lista, él sabrá si tiene tiempo para repasar la prueba si lo considera necesario (o para las redes sociales si no tiene que estudiar).



Mantenga las sesiones de trabajo cortas


“Son una serie de carreras cortas, no un maratón”. Es así es como su hijo debería verlo cuando se trata de terminar la tarea o trabajar en proyectos largos. Ayúdelo a dividir la tarea escolar, lo que le asigna el tutor o el terapista en lapsos de 12 a 20 minutos.


Después de eso, haga que descanse durante cinco minutos. Él podrá merendar, salir a dar un paseo o enviar mensajes de texto a un amigo. Pero al finalizar sus cinco minutos de descanso, tendrá que regresar a su asiento y empezar con la siguiente tarea. Cuando esté trabajando es importante que trabaje intensamente.



Tenga expectativas, pero déjelo descansar ocasionalmente


Es importante que su hijo tenga que hacer labores domésticas o tenga otras responsabilidades en la casa. Pero puede ser beneficioso que ocasionalmente le permita que no las haga. Quizás podría hacer una limpieza “ligera” de su cuarto la semana en la que está particularmente ocupado. O quizás uno de sus hermanos puede hacer sus quehaceres domésticos y él hacer los de su hermano la próxima semana.


Librarse un poco de las obligaciones puede ayudarlo a que se relaje y se recupere. Y le enseña que es aceptable que las personas se permitan descansar de vez en cuando.



Elimine las distracciones para que trabaje más rápido


Hacer varias tareas puede hacernos sentir como si hubiéramos hecho mucho. Pero en realidad, las distracciones desvían nuestra energía de las tareas en las que se supone deberíamos enfocarnos.


Haga que su hijo silencie su teléfono y lo coloque en otra habitación mientras está trabajando. Cree un espacio para hacer las tareas escolares que lo aparte de las actividades domésticas. Y quite de la vista los libros de la asignatura complicada hasta que sea el momento de trabajar en ella (de esa manera no estará pensando cómo resolver fracciones mientras intenta concentrarse en historia).



Considere reducir las obligaciones familiares


Intente incluir momentos de descanso para su hijo modificando el horario familiar. Al revisar su calendario podría encontrar que ¡todos están sobrecargados! Aunque puede que incluya actividades que merecen la pena, hacerlas todas podría ser perjudicial.


Quizás pueda reducir el número de obligaciones familiares. O permitir que su hijo no haga algunas de vez en cuando. Si es lo suficientemente grande como para quedarse en casa sin supervisión, podría beneficiarse de tener tiempo a solas mientras el resto no están en casa. Sólo asegúrese de que no utilice esa oportunidad para trabajar. ¡El tiempo libre debe ser libre!



En ocasiones cambie trabajo por diversión


Puede que sea tentador incluir tanto aprendizaje como sea posible en el día de su hijo, pero lo cierto es que los chicos que tienen dificultades de aprendizaje y de atención se agotan cuando todo lo que hacen se dirige a desarrollar habilidades.


Intente pasar tiempo juntos que no signifique trabajo adicional o le recuerde sus desafíos. Cambiar 10 minutos de lectura o de ejercicios de terapia ocupacional por 10 minutos de jugar cartas de vez en cuando puede ayudarlo a olvidarse del trabajo. También puede ayudarlos a relajarse y a estar más unidos.



Entienda los límites de su hijo


Quizás se ha dado cuenta que las semanas en que su hijo tiene menos días de terapia del habla, se levanta con más ánimo y ansioso de empezar su día. O quizás le ha escuchado decir, “¡no puedo hacerlo!” más de lo usual después de tener sesiones de tutoría consecutivas.

Tome en serio esas señales. Esté dispuesto a trabajar con su hijo y su equipo de servicios para reducir la cantidad de trabajo e introducir descansos para que recupere.


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