Entregar regalos a los niños es un acto de equilibrio. Usted desea que sea divertido pero significativo, festivo pero no caótico. Ciertas diferencias en la manera de pensar y aprender pueden ocasionar retos adicionales en algunos niños. Pero estas cinco estrategias pueden ayudarlo a que la elección y la entrega de regalos sea una experiencia más alegre para todos.
Estrategia #1: Vea la “totalidad” de su hijo
Los niños pueden considerar los regalos como un reflejo de cómo los ven las personas. Así que es una buena oportunidad pensar en su hijo más allá de sus desafíos diarios de aprendizaje y de atención. ¿Quién es él como persona? ¿Qué lo inspira o le da más placer? Hágale saber a través de los regalos que le da que usted lo “entiende” y lo aprecia por ser único.
También es importante hacerlo con los hermanos. No se trata de regalar la misma cantidad o el mismo tipo de regalo a cada uno. Reconocer que son personas diferentes puede hacer que cada uno se sienta especial y puede ayudar a reducir la tensión entre hermanos durante las festividades.
Estrategia #2: Aproveche los intereses y destrezas de cada niño
Memorice esta ecuación de entrega de regalos:
Interés del niño + habilidad del niño = ¡gran regalo?
Busque regalos que sean acordes con lo que puede hacer, lo que le interesa y lo que le resulta divertido. Esto significa que tal vez no quiera guiarse por las edades sugeridas en los juguetes.
Un juego de construcción clasificado para niños de “6 años en adelante”, podría no ser necesariamente adecuado para un niño de primer grado con retraso en el desarrollo. Pero si ese niño tiene buenas habilidades de motricidad fina y le encanta construir, podría ser un regalo excelente.
Esté preparado en caso de que su hijo reaccione a la edad mencionada en la caja si no es acorde con la que tiene. Si su hijo ve la clasificación y dice “soy demasiado grande para esto”, puede explicarle que “en adelante” significa “mayor que”.
Estrategia #3: Evite convertir los regalos en trabajo
Las festividades decembrinas pueden ser un bienvenido descanso del trabajo en los desafíos, tanto para las familias como para los niños. Por lo que los regalos diseñados para mejorar las habilidades podrían ser un recordatorio de que siempre hay más trabajo por hacer.
Sin embargo, eso no significa que tenga que evitar por completo los regalos que ayudan a los niños a aprender. Por ejemplo, considere regalar juegos que puedan ayudar a mejorar las habilidades de la función ejecutiva, los videojuegos que requieren que los adolescentes razonen o juegos de mesa que usen las matemáticas.
Los certificados de regalo de negocios locales también pueden ser regalos atractivos y de provecho. Por ejemplo:
Entradas a un parque que tenga un trampolín para un niño con TDAH.
Boletos de cine para la película sobre el libro que todos los niños en la escuela comentan para un niño con dislexia.
Una larga sesión privada para hacer un animal de peluche para un niño que tiene dificultades con las habilidades motoras.
Estrategia #4: Limite el baúl de regalos
Las celebraciones causan excitación. Para algunos niños que piensan y aprenden diferente, tanta emoción puede ser difícil de manejar. Eso incluye a los niños con dificultades del funcionamiento ejecutivo o con el dificultades del procesamiento sensorial. En ese caso, menos puede ser más cuando se trata de hacer regalos.
¿Una manera de ayudar a los niños a tener control? Reduzca el número de regalos que recibe cada niño. Algunas familias encuentran útil seguir una fórmula simplificada para los regalos de cada niño. Por ejemplo:
Algo que ellos quieren
Algo que necesiten
Algo para usar
Algo para leer
Ya sea que esta fórmula funcione o no para su familia, considere acortar el proceso de abrir regalos o que sean abiertos tomando descansos para reducir los berrinches y las crisis emocionales.
Estrategia #5: No utilice los regalos para negociar
Trate de evitar usar los regalos como un incentivo para portarse bien, como decir cosas del tipo: “Si te portas bien, quizás Santa te traiga la bicicleta que quieres” o “si no te sientas tranquilo en el auto, olvídate de recibir muchos regalos este año”.
En niños pequeños, particularmente los que tienen desafíos con la atención como el TDAH, es mejor enfocarse en consecuencias buenas y malas a corto plazo. Ellas pueden tener un impacto mayor en el comportamiento y no hay riesgo de darle un giro negativo a las celebraciones.
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